Ingeniería y sus
Alcances, Revista de Investigación
Mayo-agosto
2024 /
Volumen 8 / No. 21
ISSN: 2664 –
8245
ISSN-L: 2664
– 8245
https://revistaingenieria.org
pp. 102 -
116
Aplicaciones del radón como trazador en la industria petrolera
Radon applications
as a tracer in oil industry
Aplicações do rádon como
traçador na indústria petrolífera
Beatriz
Celeste Angulo Saldiña1
angulobcs@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-7138-7797
Juan
Carlos Hernández Annette1
annettejch@gmail.com
https://orcid.org/0009-0004-0984-8371
Aristeo
Núñez Othón2
anunez@gmail.com
https://orcid.org/0009-0002-4460-3025
1Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas. Caracas,
Venezuela
2Piteau Associates Engineering Ltd. 2500 North Tucson Boulevard, United States
Artículo recibido 12 de
marzo 2024 / Aceptado 3 de abril 2024 / Publicado 15 de mayo 2024
RESUMEN
El radón es un elemento radiactivo, gaseoso, más
denso que el aire, inodoro e insípido. Al ser producto del decaimiento radiactivo
del uranio 238, debido a su asociación con la materia orgánica, está presente
en forma natural en sistemas petrolíferos. De ahí que nos hayamos planteado
como objetivo profundizar sobre la aplicabilidad del radón en las etapas de
exploración y producción de la industria. El estudio constituye una
investigación básica, en la que se realizó una revisión de literatura, para lo que
empleó una investigación es cualitativa y se utilizó el método
descriptivo-explicativo. La metodología empleada con enfoque inductivo que se
nutrió principalmente de fuentes provenientes de plataformas académicas reconocidas,
Science Direct, EBSCO, Cambridge
CSA, One Petro, GeoScience Wolrd, entre otras y
operadores boleanos: AND, OR y NOT. La revisión en
bases de datos científicas, presenta las generalidades químicas y geoquímicas
del 222Rn y muestra su utilidad como herramienta exploratoria de hidrocarburos
desde superficie y como trazador de partición para la estimación de la saturación
residual de crudos en producción, así como en caracterización de yacimientos y como
soporte para la evaluación del progreso de proyectos de recuperación mejorada
de hidrocarburos empleando vapor. Entre las ventajas en el empleo del radón
resalta su presencia natural en el yacimiento, lo que evita el impacto ambiental,
así como la sencillez y bajo costo de su determinación, potenciándolo como trazador
natural en exploración y producción.
Palabras
clave: Etapas
críticas; Exploración petrolera; Geoquímica; Radón; Trazador Isotópicos
ABSTRACT
Radon is
a radioactive, gaseous element, denser than air, odorless and tasteless. Being a product of the radioactive decay of uranium 238, due to its association
with organic matter, it is
naturally present in petroleum systems. Hence, we have
set ourselves the objective of delving deeper into the
applicability of radon in the exploration and production stages of the industry. The
study constitutes a basic investigation, in which a literature review was carried
out, for which qualitative research was used
and the descriptive- explanatory method was used. The
methodology used with an inductive
approach was mainly drawn from
sources from recognized academic platforms, Science Direct, EBSCO, Cambridge CSA, One
Petro, GeoScience World, among others,
and Boolean operators: AND,
OR and NOT. The review in scientific databases presents the chemical
and geochemical generalities
of 222Rn and shows its usefulness
as an exploratory tool for hydrocarbons
from the surface and as a partition tracer for the
estimation of the residual saturation of crude oil in production, as well as in reservoir characterization and as support for the evaluation
of the progress of enhanced hydrocarbon recovery projects using steam. Among
the advantages in the use of radon, its natural presence in the deposit stands out, which avoids
environmental impact, as well as the simplicity
and low cost of its determination, enhancing it as a natural tracer in exploration and production.
Key words: Critical stages;
Oil exploration; Geochemistry; Radon; Isotopic Tracer
RESUMO
O radônio é um elemento radioativo e gasoso, mais denso que o ar, inodoro e insípido.
Por ser produto do decaimento
radioativo do urânio 238, devido à sua associação
com a matéria orgânica, está naturalmente presente nos sistemas petrolíferos.
Assim, estabelecemos como
objetivo aprofundar a aplicabilidade
do radônio nas etapas de exploração e produção da indústria. O estudo constitui uma investigação
básica, na qual foi realizada uma revisão de literatura, para a qual
foi utilizada a pesquisa qualitativa
e utilizado o método descritivo-explicativo.
A metodologia utilizada com
abordagem indutiva foi extraída principalmente de fontes
de plataformas acadêmicas reconhecidas,
Science Direct, EBSCO,
Cambridge CSA, One Petro, GeoScience World, entre outras, e operadores booleanos: AND, OR e NOT. A revisão em bases de dados científicas
apresenta as generalidades químicas e geoquímicas do
222Rn e mostra sua utilidade como ferramenta exploratória de hidrocarbonetos
da superfície e como traçador
de partição para estimativa da saturação
residual de petróleo bruto em produção,
bem como na caracterização de reservatórios. e como apoio
à avaliação do progresso de
projetos de recuperação aprimorada de hidrocarbonetos utilizando
vapor. Dentre as vantagens na utilização do radônio, destaca-se sua presença natural na jazida, o que evita impacto ambiental, bem
como a simplicidade e baixo
custo de sua determinação, potencializando-o como traçador
natural na exploração e produção.
Palavras-chave: Estágios
críticos; Exploração de petróleo; Geoquímica; Radônio; Traçador Isotópico
INTRODUCCIÓN
Los crudos transicionales y algunos no
convencionales han tenido que ser explotados masivamente por los requerimientos
energéticos. Entre éstos están aquellos acumulados en rocas sedimentarias como
esquistos y pizarras de baja porosidad y baja permeabilidad, en mantos
continuos y en la mayoría de grandes extensiones y a profundidades de 400 a
5000 metros, lo que hace que estén en mucha menos concentración y se hagan más
difíciles de extraer. Como indica Mata, et al., (2020) estos crudos no pueden
ser producidos, transportados o refinados usando técnicas tradicionales. Por el
contrario, se requieren métodos de extracción más intensivos y agresivos como el
de Fracturamiento Hidráulico o Fracking,
en el cual se hace necesario romper las capas de pizarra para conseguir acumular
el gas/petróleo para que éstos fluyan hacia la superficie donde será recogido y
almacenado.
La industria petrolera
mundial presenta grandes retos,
esto ya que tras más de un siglo de extracción
petrolera, ha sido alcanzada la
madurez en la mayoría de los yacimientos, trayendo como consecuencia el aumento
en el corte de agua en una proporción de tres barriles de agua por cada barril de
crudo y la necesidad de mantener la presión del sistema por debajo de la
denominada presión de burbuja, esto con el fin de evitar fenómenos adversos para
la producción petrolera como la precipitación de asfaltenos
(Balay, et al., 2000; Abdou, et al., 2011).
Los yacimientos venezolanos no distan de este
escenario mundial; para el 2016 el corte de agua fue de 42%, así mismo en la
actualidad Petróleos de Venezuela lleva a cabo proyectos de mantenimiento de
presión mediante inyección de agua en escenarios tan diversos como la Faja
Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez, Cuenca de Maracaibo y Cuenca Oriental de
Venezuela (PDVSA, 2016).
Todo esto trae consigo el reto de desarrollar
tecnologías que con un bajo costo sirvan para la caracterización exhaustiva de
yacimientos, sobre todo como soporte del modelado dinámico, lo que sirve de apoyo para la gestión de yacimientos y especialmente, para
la gestión de los proyectos de recuperación mejorada de hidrocarburos. El gas
radón 222Rn, con las particularidades inherentes a su posición en la tabla
periódica, destaca como un excelente trazador en el ámbito de la geoquímica, la
geofísica y la geología. Al ser un gas noble no es reactivo, desplazándose con la
fase acuosa sin presentar pérdidas ni retardos producto de la interacción con
el medio sólido, su estado gaseoso favorece su migración por lo que sirve para
detectar la conectividad entre el medio subterráneo, donde es originado y la
superficie; su corto tiempo de vida media de 3,8 días permite evaluar procesos
en progreso (Ponte- Sucre, 2017).
Los átomos del Radón tienen un retroceso muy pequeño
(3,0 x 10−8 cm) por ello solo los que están en la superficie de los granos de
las rocas logran emanar fácilmente, facilitando con ello se transporte en aguas
subterráneas circundantes. Así las concentraciones de Radón en aguas subterráneas
dependen de la superficie de contacto de las rocas con el acuífero, el origen
propio de las rocas es proporcional a las concentraciones de Uranio dentro de
las rocas. Los hijos del 222Rn son: 218Po, 214Po, 214Bi, Pb. Y estos elementos
tienen un semiperiodo relativamente pequeño en comparación con la del 222Rn,
esto permite que el Radón pueda recorrer gran distancia antes de desintegrarse
por completo (Guerrero, 2021).
En el ámbito
de caracterización de yacimientos
petrolíferos, destaca en forma particular, su elevado coeficiente de partición
crudo/agua; potenciando la factibilidad
de aplicación del radón como trazador de partición en yacimientos. De ahí que
nos hayamos planteado como objetivo profundizar sobre la aplicabilidad del radón
en las etapas de exploración y producción de la industria petrolera.
METODOLOGÍA
El estudio constituye una investigación
básica, en la que se realizó una revisión de literatura sobre aplicaciones
del radón como trazador en la
industria petrolera y su aplicabilidad del en las etapas de exploración y producción.
La investigación es cualitativa y se utilizó el método descriptivo-explicativo.
La metodología empleada con enfoque inductivo
que se nutrió principalmente de fuentes provenientes de plataformas académicas
reconocidas, Science Direct,
Ebsco, Cambridge CSA, One Petro, GeoScience Wolrd, entre otras y operadores boleanos:
AND, OR y NOT. Donde se empelaron los siguientes descriptores: radon tracer groundwater,
radon oil reservoir, radon exploration, radon geochemistry, radon oil industry. La selección de
literatura se rigió por un criterio de relevancia, priorizando aquellos
estudios que proporcionaran una comprensión más profunda de la interrelación
existente entre el randón y la producción petrolera; así
como su empleo en la etapa crítica en el proceso productivo en Venezuela.
La información recopilada se sometió a un proceso
riguroso de organización y clasificación con el fin de descartar aquella que no
se alineara con las variables fundamentales definidas para el análisis, se
utilizó el procedimiento descrito por Barragán (2018), que utiliza tres etapas
Identificar, Evaluar e Interpretar los resultados de la revisión para
proporcionar las respuestas a las preguntas de investigación. Posteriormente,
los datos seleccionados fueron objeto de un análisis detallado, donde se llevaron
a cabo procesos de síntesis y organización con el propósito de estructurar una
presentación coherente y secuencial en relación a la randón
y la producción petrolera y su aplicación en la etapa crítica en el proceso
productivo de la industria petrolera en Venezuela, preguntas de investigación
utilizadas Tabla 1 y criterios de inclusión y exclusión Tabla 2.
Tabla 1. Preguntas de investigación.
Tabla 2. Criterios de inclusión
y exclusión para los artículos de investigación
DESARROLLO
Y DISCUSIÓN
Utilización
del radón, principios generales
Los trazadores isotópicos son de dos tipos,
estables y radioactivos. Los trazadores isotópicos estables, como el 18O y el 2H
son aquellos que no suponen una variación en la composición isotópica del agua
o de alguna de las sustancias que tienen disuelta. Los radiactivos, como el 3H
son muy importantes y presentan notables ventajas sobre los trazadores
químicos, pero su manejo es más delicado y caro. En la industria gasopetrolífera la aplicación de las técnicas de trazadores
desborda los límites tradicionales de la exploración y producción. La gestión
ambiental de yacimientos onshore encuentra en las
técnicas de hidrología de trazadores una herramienta adecuada para identificar problemas
ambientales, evaluar el alcance, distribución espacial y variación temporal de
contaminaciones de petróleo de las aguas terrestres y marinas, del suelo y la
vegetación y, en consecuencia, monitorear con ciertos trazadores la efectividad
de las medidas para mitigar los efectos no deseados y la rehabilitación de las aguas
y los terrenos contaminados (Soerens, et al., 2004).
Por lo que se describen algunos resultados
obtenidos en la aplicación de técnicas de trazado utilizando Rodamina B,
Tritio, Radón 222, microelementos como el, B, Br, Sr
o macroconstituyentes conservativos como el Cl para
la gestión ambiental de las aguas terrestres de los yacimientos (Molerio, et al., 2014): El 222Rn es hijo del 226Ra, cuyo
tiempo de vida media es de 1620 años y proviene a su vez, de la cadena de
desintegración del 238U, Figura 1.
Es importante mencionar que existe una
relación intrínseca entre la actividad del 226Ra y del 222Rn, al ser este
último producto del decaimiento radiactivo del primero. Haciendo uso de esta
relación es posible aplicar la ley del equilibrio secular por decaimiento
radiactivo, en este sentido, toda vez que en un sistema cerrado el 226Ra y el 222Rn
alcanzan dicho equilibrio secular, las actividades de ambas especies radiactivas
se igualan, según la ecuación 1:
At = Aeq [1 – exp (– λ)] [Ec. 1] (Hoehn, et al., (1992).
Figura 1. Cadena de desintegración
del 238U. Los isótopos en la cadena vertical representan decaimiento alfa (4He2+)
y los isótopos en cadena lateral decaimiento beta. Grolander,
(2009)
Los yacimientos que han sido explorados y explotados
de manera intermitente por diferentes operadores plantean al operador actual el
problema del alcance de responsabilidad de cada uno de los precedentes respecto
al estado de calidad del aire, las aguas y los suelos. Esto es particularmente
importante en tanto la legislación ambiental de muchos países exime o exige,
según el caso, reparaciones por los daños causados al entorno por la actividad
de exploración y producción. Pero en el caso, sobre todo, de actividades de
E&P, en que la exigencia por el cuidado del medio ambiente era mucho menor y
no constituía parte de la filosofía de estado de muchos países y, mucho menos, de
las propias compañías petroleras, sucede que los operadores que vuelven a esos
campos pueden encontrarse problemas ambientales no creados por ellos y a los
que, de cualquier modo, deben dar solución o responder por tales impactos,
jurídicamente, ante las autoridades ambientales, gubernamentales y la sociedad
civil en general.
Distinguir si la presencia de hidrocarburos
(Líquidos de Fase No Acuosa –LFNA-, en general) en las aguas o los suelos son
producto de la actividad de E&P actual o antigua o son manifestaciones
naturales aisladas o si la salinidad de determinado
horizonte acuífero es producida
por derrames de aguas de capa, explotación de pozos auxiliares, derrames o
filtraciones en ductos de agua salada o es debida al aprovechamiento intensivo no
petrolero (actual o antiguo) de las aguas subterráneas es un tema ambiental a
resolver que se plantea con cierta frecuencia (Soerens,
et al., 2004).
Ciertos trazadores (Soerens,
et al., 2004) son particularmente bondadosos en la solución de ciertos
problemas de hidrogeología ambiental de yacimientos gasopetrolíferos
en terrenos cársicos donde fuentes diferentes de
contaminación de las aguas terrestres pueden provocar efectos semejantes que se
prestan a confusión. En tal sentido, los trazadores isotópicos resultan de
especial relevancia Figura. 2.
Figura 2. Trazadores isotópicos
(estables y radioactivos) aplicables en la gestión hidrogeológica ambiental de yacimientos
gasopetrolíferos. Molerio,
(2012).
Los isótopos estables, por sus propiedades de
fraccionamiento, permiten caracterizar las condiciones hidrológicas y
climatológicas en las que tuvo lugar la infiltración y la recarga de los
acuíferos. La composición isotópica estable se modifica por los procesos
meteóricos, por lo que las aguas de infiltración adquieren una huella isotópica
característica del entorno en que se produjo la recarga. Los isótopos
radioactivos, por su período de desintegración, permiten fechar el momento de tales
infiltraciones. El decaimiento radioisotópico desde las
fuentes de recarga hasta las de descarga es una medida del tiempo de
circulación y, en consecuencia, de las condiciones de renovabilidad
del agua.
Geoquímica
del uranio y el radón
Toda vez que el radón proviene de la cadena
de desintegración del 238U, su ciclo geoquímico está inherentemente relacionado
con este último. En este sentido, resulta necesario esbozar las principales asociaciones
geoquímicas del uranio, especialmente en el medio acuoso, por ser lo que
compete a este estudio. El Uranio, elemento de la serie de los actínidos, está
presente en forma natural en estados de oxidación desde +2 hasta +6,
manifestando una elevada sensibilidad a los cambios redox
del medio, siendo los estados de oxidación de +4 y +6 los más relevantes desde
el punto de vista geoquímico (Zielinski, y Meier, 1988).
Bajo el estado de oxidación de +4 tiene un
comportamiento similar al torio y a los elementos de tierras raras, hallándose
asociado a minerales accesorio de rocas ígneas ácidas como la monacita; sin embargo al exponerse a condiciones
ambientales superficiales, oxida rápidamente para formar el ión uranilo (UO +2) lo que facilita su transporte en el medio
acuoso, favoreciendo su mineralización secundaria, además de su asociación a compuestos
orgánicos en condiciones sub-óxicas a anóxicas, durante el proceso de acumulación de la materia
orgánica, precursora de hidrocarburos del petróleo (Schumann y Gundersen, 1996).
Debe considerarse que el ión uranilo tiende
a ser más estable en presencia de aguas ricas
en carbonatos, al formar complejos monos o di- carbonílicos,
así mismo puede formar complejos con iones OH-, PO 3-, F- así como con ácidos
húmicos y fúlvicos, siendo los cambios redox y de pH, los que promueven su incorporación a la fase
sólida como UO2 o como óxidos polimetálicos (Spirakis,
1996).
Ambientes
geológicos asociados a depósitos de uranio. Presencia de 222Rn
Entendiendo que la presencia del 226Ra y por
consiguiente del 222Rn está vinculada al uranio, es de esperarse una
concentración elevada de éstos en los ambientes geológicos propicios para la
acumulación del uranio, en este sentido, el 222Rn para el caso de los
yacimientos petrolíferos, puede estar asociado a fluidos hidrotermales
profundos, especialmente relacionado a fallas en rocas graníticas, a lutitas con alto contenido de materia orgánica y a sistemas
de aguas subterráneas cuyo medio poroso se relacione con arenas de ambiente
fluvial con acumulación de minerales incompatibles tales como la uraninita (UO2)
y la pechblenda (U2O5.UO3), por mencionar
aquellos con las mayores proporciones
de uranio en su composición. Así mismo, la presencia del 226Ra y del 222Rn
puede ser mayor en aguas subterráneas carbonatadas, esto debido al aumento de la
estabilidad del uranio por los iones carbonato (Puigdomenech
y Bruno, 1988).
Es importante resaltar, que si bien desde el
punto de vista de explotación minera los depósitos en lutitas,
rocas carbonáticas y arenas recientes, no son tan
atractivos, sí pueden ser importantes como sustratos generadores de radio y
radón, de interés como trazadores geoquímicos y geológicos, así mismo debe
tenerse presente la alta movilidad del uranio en forma de uranilo
en condiciones oxidantes, por lo que ambientes geológicos distantes con ingreso
de agua meteórica conteniendo oxígeno, podrían contribuir al aporte de uranio
en las aguas asociadas a yacimientos (Folger, et al.,
1996).
Emanación
de 222Rn
El radón en estado gaseoso, es liberado de
rocas, sedimentos, suelos y aguas contentivos de la especie sólida o acuosa radiactiva
226Ra, a medida que decae, liberando una partícula alfa, que no es más que un
núcleo de helio doblemente ionizado:
89 2
Para
el caso de sólidos, el fenómeno mediante el cual el radón neoformado
fuga hacia el medio circundante (fase líquida o gaseosa) es denominado
emanación, controlado por dos procesos, la difusión del nuevo átomo radiactivo a
través de la estructura cristalina, hasta alcanzar el medio circundante y el
impulso mecánico, (recoil) del 222Rn producto de la
energía cinética liberada durante la desintegración. Así mismo, el potencial de
emanación depende principalmente de dos factores, uno físico y uno químico. El
primero tiene que ver con el área superficial del sólido respecto al volumen, siendo
que las partículas de menor tamaño o con mayor cantidad de fracturas, presentan
una mayor emanación del radón, el segundo factor, corresponde a la concentración
del 226Ra presente en el medio, esto a su vez en la mayoría de los casos,
condicionado por la concentración de 238U (Cook, et al., 2003).
La concentración de
radón en aguas subterráneas someras no solo depende del potencial de emanación de
los sólidos presentes; a esto deben sumarse factores como el decaimiento
radiactivo del radio transportado en solución, la fuga de radón hacia estratos
superiores o la atmósfera mediante fenómenos de difusión, las condiciones de
presión y temperatura que inciden sobre la solubilidad del gas noble en la fase
acuosa y el empuje hidráulico de los fluidos, que favorecerá su movilidad a través
del medio poroso (Clever,
1979).
Para el caso de yacimientos petrolíferos la
distribución y movilidad del gas radón se complica, al sumarse al análisis del
párrafo anterior, el efecto de la mezcla compleja de fluidos orgánicos (desde
metano hasta porfirinas y asfaltenos).
Estudios previos muestran la elevada constante de partición del radón no solo
para especies orgánicas puras (Clever, 1979), sino
también para mezclas complejas tales como gasolina y diesel (Hunkeler, et al., 1997; Hohener y
Surbeck, 2004; Fan, et al., 2006). Esto hace del 222Rn
un excelente candidato como trazador en el ámbito de estudios de aguas
subterráneas o yacimientos petrolíferos (Baskaran,
2016).
Aplicaciones
del radón en la exploración petrolera
El radón como método geoquímico exploratorio
destaca por ser económico, sin impacto ambiental y, además, desde el punto de vista
analítico, de determinación sencilla, siendo también de bajo costo. En general
el radón producto del decaimiento del U238 contenido en los yacimientos
petrolíferos o en la capa superior de rocas, expuestas a condiciones reductoras
por el ascenso de hidrocarburos volátiles, al ser poco soluble en medio acuoso,
tenderá a ascender por sistemas de fallas, pudiendo ser detectado en superficie
(Baskaran, 2016).
Aplicaciones
a nivel mundial
Los estudios a nivel mundial fueron iniciados
en la década de los 50 en el campo petrolífero Redwater
de Canadá y en la URSS, demostrándose que los mapas de radiactividad servían
para identificar la presencia de zonas con asociaciones de hidrocarburos en el subsuelo.
Posteriormente para 1982, Morse y colaboradores, evidenciaron la existencia de una
correlación positiva entre la concentración del radón y el hallazgo de
hidrocarburos en el subsuelo (Sobolev, 2007).
Otro estudio
pionero en la aplicación
del 222Rn para prospección geoquímica de hidrocarburos fue el publicado en 1993
por Zuhui y su equipo, relativo a la determinación de
un halo de radón en superficie de dos zonas prospectivas que probaron la presencia
de hidrocarburos; siendo que dicho halo presenta en forma característica, una
baja concentración de radón hacia la zona central y un aumento en la concentración
del mismo hacia los bordes. Estas observaciones en el patrón de concentración del
radón fueron corroboradas en estudios posteriores. Nuevos
estudios han mostrado que la correlación entre las concentraciones de radón en superficie
y las acumulaciones de hidrocarburos en el subsuelo no son tan simplistas,
mucho tienen que ver los arreglos estructurales asociados (Sobolev,
2007).
Por lo que, Geiger,
et al., (2016), propusieron un modelo que muestra que las emanaciones de radón
no están directamente relacionadas con los yacimientos de hidrocarburos, sino
con las reacciones redox que ocurren sobre este, en
las denominadas “celdas geoquímicas” a causa de la migración de los
hidrocarburos más livianos. En este sentido, el tránsito de los gases de
hidrocarburos cambiaría las condiciones redox en las
zonas más cercanas a la superficie, alterando la geoquímica del uranio,
promoviendo su adsorción selectiva en el frente redox,
su posterior decaimiento radiactivo en radio
y del radio en radón, todo esto con la posterior migración del radón hacia
superficie.
Artículos de reciente publicación muestran el
potencial del 222Rn para localizar yacimientos petrolíferos desde superficie,
esto combinado con otros parámetros de prospección geoquímica, potenciado por
técnicas para la determinación de radón más económicas
y sensibles y por una mayor capacidad de procesamiento e
interpretación de datos, incluyendo métodos estadísticos y geo-estadísticos (Sobolev, 2007; Geiger, et al.,
2016).
En síntesis, en el área de exploración el 222Rn
ha mostrado su utilidad como marcador geoquímico para la presencia de
yacimientos de petróleo que, combinado con otros indicadores geológicos o geoquímicos,
lo potencian como un método alternativo de prospección de bajo costo y alta
eficiencia, comparado con los métodos geofísicos y de perforación exploratoria
tradicionales (Khattak, et al., 2011).
Actualmente la simplificación del método de
análisis mediante equipos portátiles de alta sensibilidad y confiabilidad abre
un panorama optimista respecto a la utilidad del radón como método de
prospección.
Aplicaciones
del radón para prospección de hidrocarburos en Venezuela
Mención especial requieren los estudios
realizados en Venezuela, con el objeto de evaluar la correlación entre la concentración
de radón y los yacimientos. Palacios, et al., (2016), publicaron los resultados
de varios estudios realizados en campos petrolíferos venezolanos.
Los autores determinaron la concentración de 220Rn
(torón) y 222Rn (radón) por el método activo y el método pasivo, en dos
sistemas de trampas estructurales distintos: una trampa anticlinal (Campo
Amarilis, Monagas) 40 muestras captadas con una distancia de unos 250 m entre
cada una; en el que además fueron incluidos dos escenarios, un pozo productor y
un pozo que resultó seco un sistema de trampas por fallas (caso Campo Nodosaria 15, Jusepín, Monagas),
124 mediciones con un espaciamiento promedio de 200 m, obteniendo como resultados
resaltantes que para el primer caso no se observó la anomalía de radón esperada
de acuerdo al fallo más intenso en el domo del anticlinal, quizás por una
posible complejidad estructural no determinada; tampoco se observó una diferencia
significativa en la cantidad de radón entre el pozo seco y el productor. Para
el caso del Campo Nodosaria 15, estado Monagas, este
campo petrolífero es controlado por una serie de fallas con saltos de más de
1000 pies; en este caso, aunque los autores esperaban hallar una anomalía positiva
del radón a lo largo de todas las fallas presentes en la zona de estudio, el máximo
de radón se ubicó en los bordes de las fallas interconectadas, sugiriendo que
estas actúan como puente de tránsito del radón debido a su mayor permeabilidad
(Palacios, et al., 2016).
Aplicaciones
del radón en yacimientos
La aplicación de radón de mayor desarrollo en
la cadena de valor de yacimientos tiene que ver con su empleo como trazador de
partición, surgida históricamente, a partir de los resultados obtenidos como
trazador de NAPL (Non aqueous phase
liquid) en el ámbito ambiental.
Aplicación
como trazador de partición para determinar saturación de crudo residual
Al iniciar estudios adjuntos al Centro de
Desarrollo de Tecnología Nuclear, de Brasil Paulo et al., (2007), con miras a
emplear el 222Rn como trazador natural de partición para el cálculo de la
saturación de crudo residual en el yacimiento (SOR, por sus siglas en inglés),
proponiendo finalmente la ecuación de cálculo de saturación de crudo residual:
Dónde:
S= Saturación de crudo (volumen
de crudo entre
volumen poroso)
= Actividad del 222Rn
para el agua en contacto con crudo (Kbq.m3)
= Actividad del 222Rn para la misma agua sin contacto con el crudo (Kbq.m3)
Kp = Coeficiente de partición agua/crudo para el
222Rn
Durante sus experimentos los investigadores
lograron establecer el coeficiente de partición del 222Rn en el agua con
respecto a los siguientes solventes orgánicos: tolueno, benceno y octanol, no sin algunas dificultades para lograr la
reproducibilidad experimental. Esto muestra que, si bien el 222Rn como trazador
de partición es prometedor, aún faltan estudios para el éxito de esta
aplicación.
Aplicación
como trazador en pruebas de pozo para determinar permeabilidad
Resultados relativos al empleo de radón como
trazador fueron publicados por Anisimov, et al.,
(2009), los que para la elaboración de perfiles de permeabilidad en pozos en yacimientos
clásticos y carbonáticos en la región de Volgograd, Rusia.
Llama la atención el método particular
empleado por estos autores, en el que el radón es usado como trazador artificial;
esto es, inyectado el trazador en la zona productora del pozo, realizaron mediciones
radiométricas (gamma ray). Los registros permitieron evidenciar
las zonas de mayor permeabilidad en los pozos analizados (uno carbonático y uno clástico). Adicionalmente, emplearon la
técnica para evaluar la efectividad de un proceso de fracturamiento
hidráulico en un yacimiento carbonático; allí corrieron
registros de rayos gamma antes y después del fracturamiento,
posterior a la inyección de radón, encontrando una concentración final de radón
de acuerdo a su capacidad de difusión a través de los distintos materiales del
medio poroso (Anisimov, et al., 2009).
Aplicación
como trazador natural para evaluaciones in situ durante pruebas de vapor
Esta aplicación particular, propuesta por O´Sullivan, (2015) en base a observaciones del aumento de la
radioactividad gamma en pozos sometidos a recuperación térmica por vapor, sería
de utilidad para evaluar la calidad del vapor emitido luego del proceso de
calentamiento de pozos en yacimientos de crudos pesados, mediante inyección alterna
de vapor, pero además muestra potencial para evaluar saturación del crudo
residual, así como cambio en las propiedades de la roca. Por lo que, O´Sullivan, (2008), observó que la radiactividad natural en
los pozos a hoyo desnudo aumentaba a 1000 GAPI, luego que el vapor condensaba y
que posteriormente, caía a valores de 100 GAPI al ser nuevamente calentados. La
explicación teórica para este fenómeno es que las altas temperaturas movilizan
el radón previamente entrampado en los poros hacia la zona del vapor
disolviéndose en las gotas de vapor, no solo de agua, sino de hidrocarburos
livianos; una vez allí, al enfriarse el sistema, este condensado enriquecido en
222Rn queda en las vecindades del hoyo iniciándose el decaimiento del 222Rn en
sus hijos 214Pb y 214Bi, que emiten radiactividad gamma (O´Sullivan,
2015).
Esta explicación teórica fue comprobada por
el autor mediante mediciones de registros a lo largo de los procesos de
recuperación térmica en pozos productores de crudos pesados.
Para el 2015, O´Sullivan
publicó un nuevo artículo en el que habría recopilado la información de miles
de registros obtenidos en dos campos petrolíferos del Valle de San Joaquín,
sometidos a procesos de recuperación térmica desde 1960 (O´Sullivan,
2008).
El análisis sistemático de los datos
recopilados le permitió obtener un mayor conocimiento respecto al fenómeno de
vapor gamma condensado (CVG, por sus siglas en inglés), logrando establecer que
la magnitud de la señal del vapor gamma condensado está condicionada por los
siguientes factores:
1.- Condiciones del pozo, temperatura del
pozo, tiempo de enfriamiento y tiempo transcurrido desde el proceso de build up.
2.- Propiedades del yacimiento, incluyendo
presión y temperatura.
3.- Propiedades de la roca, incluyendo
radiactividad intrínseca, porosidad y permeabilidad relativa.
4.- Propiedades de las fases líquida y de
vapor, incluyendo saturación de agua y crudo.
5.- Solubilidad del radón, composición del crudo
y presión de vapor.
Todo esto le permitió evaluar la utilidad del
vapor gamma condensado en la generación de mapas para caracterización de
yacimientos en el caso de estudio del campo petrolífero Midway,
USA. Como punto de partida el autor solo considero radiaciones gamma superiores
a 300 GAPI, descartando de esta manera la radiactividad natural de las lutitas (con señales gamma muy por debajo de 300 GAPI).
Obtuvo resultados alentadores, con patrones de radiactividad gamma contrastante,
básicamente controlados por el escogimiento de la matriz en la roca; aquellas con
muy buena selección con bajas concentraciones de Rn y las peor seleccionadas,
con los valores más elevados de radón, todo esto controlado a su vez por la
solubilidad del radón en el crudo.
En este sentido las arenas de mayor calidad tienden
a almacenar el agua en la que la solubilidad de radón es baja, mientras
aquellas con peor escogimiento almacenan el crudo, en el que la concentración del
radón es mayor debido a su solubilidad. Todo esto permitió generar un mapa en
el que se aprecian canales de arenas limpias (color verde, amarillo) en un sistema
de arenas más sucias, color rojo, Figura 3.
Figura 3. Mapa de radiactividad
gamma de vapor condensado. O´Sullivan, (2015).
Estos resultados señalan el potencial de la
técnica para evaluar la saturación residual de crudo con el paso del tiempo,
esto basado en la alta solubilidad del radón en el crudo. Valores de radiactividad
gamma muy elevados (>20.000 GAPI) sugieren la presencia de hidrocarburos
livianos que tienen presión de vapor mayor a la del agua a temperaturas entre 100
y 150°C (O´Sullivan, 2015). yacimientos su
factibilidad de uso como trazador de partición para la estimación de saturación
de crudo residual, su uso en el seguimiento de proyectos de recuperación
mejorada empleando vapor y en el área de exploración su aplicación como
herramienta de exploración geoquímica de yacimientos petrolíferos de muy bajo
costo, sin impacto ambiental añadido.
CONCLUSIÓN
El desarrollo de las aplicaciones de 222Rn en
los últimos 20 años, aunado al desarrollo de técnicas analíticas más sencillas
y de bajo costo, lo potencian como un candidato al desarrollo de aplicaciones
inherentes a la industria petrolera.
Entre las aplicaciones específicas en el área
de exploración y yacimientos, destaca en el área de
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran
que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo
científico.
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